CUADERNO DE PEDAGOGÍA UNIVERSITARIA | VOL. 19 NÚMERO 38 | PASOS Y HUELLAS | PP 171 - 173
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Entrevista a la
Dr.a Mu Kien Adriana Sang Ben
Directora del Centro de Estudios Caribeños y
coordinadora del doctorado en Historia en la
Ponticia Universidad Católica Madre y Maestra
Mu-Kien Sang Ben es una escritora consumada cuyo amor a la
historia la ha llevado muy lejos. Obtuvo su título de Licenciada en
Educación en 1978 en la Universidad Católica Madre y Maestra de
Santiago. Ese mismo año partió para México a hacer una maestría en
educación para adultos y, a su regreso, se fue a París donde obtuvo
su doctorado en Historia en 1985. Esta maestra de maestros es de
ascendencia china y se ha mantenido a lo largo de sus años indagando
en el pasado, transformando el presente de nuestra sociedad con sus
aportes intelectuales y culturales y sembrando para la posteridad con
el gran legado que ha construido como historiadora. Posee más de
20 obras publicadas y ha escrito en su columna semanal Encuentros
en el periódico Hoy por más de 30 años. Además de escritora, nunca
ha abandonado su labor docente y ha asumido con integridad y
ecacia altos cargos administrativos en distintas universidades y
como presidenta de la Academia Dominicana de la Historia. Su éxito
se lo debe a su extremada organización y a su disciplina.
1. ¿Qué te motivó a ser docente? ¿Cuántos
años tienes en esta labor?
He dicho siempre que decidí ser maestra antes de
nacer. De niña me encantaba jugar a la escuela y
yo siempre desempeñaba el rol de maestra.
2. ¿Por qué elegiste la historia como disciplina
y pasión?
Desde niña también he sido una amante de la
lectura. Leía siempre. Mis amigas del colegio me
decían la “lósofa” porque siempre estaba leyendo.
Las ciencias sociales y las letras han sido mi pasión
de siempre.
Escribo porque para escribir es mi mejor forma
de vivir. Para este ocio de construir y reconstruir
historias es necesario leer e investigar mucho.
He dicho muchas veces que soy: mujer, maestra y
escritora.
3. ¿De dónde proviene ese sentido de
atravesar el umbral y llegar más allá? Desde
que te graduaste de docente, inmediatamente
iniciaste tu maestría y luego el doctorado,
¿Estos objetivos estuvieron desde el inicio
de la carrera?
Mientras estudiaba pedagogía, daba clases de
historia y geografía en el Colegio Padre Fortin y
el desaparecido Centro de Estudio de Santiago
(CES). Luego me iba a la universidad. Cuando
nalicé la carrera de Educación en la Universidad
Católica Madre y Maestra, me fui a México a hacer
una especialidad en educación de adultos en el
CREFAL.
Regresé al país por unos años. Trabajé en INTEC
y después me fui a hacer el doctorado a París en
la Escuela de Altos Estudios en Ciencias sociales.
Pasos y huellas
La Dra. Mu Kien se describe como libre pensadora que ama y disfruta todo lo que hace. Ella dice de sí misma: “Preero la
libertad de pensar, hablar y escribir que el silencio cómplice que calla por temor”.
“Creo que dejaré de soñar y hacer planes cuando ya no tenga aliento. Hago lo que amo y por eso lo disfruto y no me agota.
Amo escribir, esa es mi pasión. Aprender investigando es una sensación maravillosa. Y dar clases y ser útil para ayudar a
alguien a desarrollarse es una satisfacción enorme. Adoro cuando en la calle o en cualquier lugar una persona me abraza y
me dice: ¡Profe! ¡La recuerdo con cariño! Ese es el mejor regalo de mi vida…
Por eso, cuando muera, quiero que mi lápida diga: Mu Kien Sang Ben, una mujer que soñó y luchó por una mejor sociedad”.
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Decidí hacer el doctorado en historia porque ya
tenía una especialidad en educación. Mi director de
tesis fue el gran historiador italo francés Ruggiero
Romano. Esto fue en el año 1981 y nalicé en
diciembre de 1985.
4. ¿Todas las oportunidades de desarrollo
profesional han sido buscadas y costeadas
por cuenta propia o has podido aprovechar
las becas que se ofrecen para estos nes?
A México me fui con una beca de la OEA. A
Francia me fui “becada” por mi padre, pues la
universidad es gratuita. Allí trabajé de secretaria
en un consultorio médico, traduje documentos
del francés al español y mecanograaba textos.
Me hubiese encantado haber tenido una beca,
pero no tuve esa suerte.
Ojalá que el estado se comprometiera más con
ese proceso y las becas no sean otorgadas por
vínculos personales sino por méritos académicos.
5. ¿Qué te ha permitido el hecho de estar
tan preparada en temas de educación y de
historia? Cuéntanos sobre tu trayectoria: de
estudiante a maestra, de maestra a puestos
directivos, de cargos menores a vicerrectora.
Después que hice mi doctorado, me dediqué a
escribir de historia. Con el tiempo he desarrollado
la “escritura de lo que siento”, donde escribe el
corazón. Mi Columna Encuentros en el Periódico
Hoy tiene 30 años es un ejemplo de esta escritura.
Después he escrito muchos libros. Son muchos,
más de 20. He aquí algunos:
1. Ulises Heureaux. Biografía de un Dictador.
1987
2. Buenaventura Báez. El caudillo del sur.
1992.
3. Una utopía inconclusa. Espaillat y el
liberalismo Dominicano del siglo XIX. 1997.
4. República Dominicana. Ayer y Hoy. 1999.
5. La política exterior Dominicana. 5 tomos.
1844-1974. 2000.
6. De dónde vengo. Ensayo de una
autobiografía existencial. 2008.
7. Yo soy Minerva. Reexiones más allá de la
vida y la muerte. 2003. (monólogo literario,
base de una obra de teatro.
8. Pensando el Caribe. 2016.
9. Volviendo al Caribe. 2020. Publicado por
la Universidad de Santa Marta.
10. Una historia de amor. Los primeros 50
años de la Asociación Dominicana de
Rehabilitación.
11. La mujer china. Del dolor a la esperanza.
2021
12. La migración china en República
Dominicana. 1961-2018
Libros publicados junto a José Chez Checo
1. Historia General del Tabaco. Tres tomos.
2007
2. 2. Historia de la Cámara de Diputados de
la República Dominicana. 8 tomos.
3. 3. Historia del Senado de la República
Dominicana. 2009.
4. 4. CONEP. 50 AÑOS DE HISTORIA
INSTITUCIONAL. Tres tomos. 2014
Coordiné y fui autora de la obra: La presencia
china en el Caribe. Ayer y hoy.
6. ¿Cómo te has mantenido tan activa y no
has considerado un ocaso cuando acaba un
tramo de tu historia?
Creo que dejaré de soñar y hacer planes cuando
ya no tenga aliento. Hago lo que amo y por eso
lo disfruto y no me agota. Amo escribir, esa es mi
pasión. Aprender investigando es una sensación
maravillosa. Y dar clases y ser útil para ayudar
a cualquiera a desarrollarse es una satisfacción
enorme. Adoro cuando en la calle o en cualquier
lugar alguien me abraza y me dice: ¡Profe! ¡La
recuerdo con cariño! Ese es el mejor regalo de mi
vida, aparte de mis nietos.
7. ¿Cuáles consideras tus mayores aportes
a tu sociedad y a la época que te ha tocado
vivir? ¿Tu ejercicio docente – tu permanente
voz en los textos escritos – tus coordinaciones
de proyectos educativos, como carreras y
doctorados para fomentar el estudio formal
de la historia?
Una vez escribí en uno de mis Encuentros que
cuando muera, mi lápida diga: una mujer que
soñó y luchó por una mejor sociedad.
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Mis libros ayudan a desentrañar algunos sucesos
de la historia dominicana. Desde hace algunos
años estoy metida con los temas caribeños y
ahora con la migración y el legado de los chinos.
Esos escritos son para la posteridad.
Mis Encuentros son reexiones sobre la vida,
opiniones políticas, crítica social. A veces toco
temas académicos, aunque a algunos lectores les
gusta más la versión humana de Mu Kien.
Desde el año 2021 he estado colaborando con
la Transformación y Reforma de la Policía. Me
llamaron para colaborar y no pude decir que no,
porque es mi deber como ciudadana. Si todos
diéramos un poco más el mundo fuera mejor.
8. ¿Cómo has podido organizar tu agenda para
mantenerte en el ejercicio de las publicaciones
permanentes a la par de tus labores docentes
y administrativas?
Esa pregunta me la han hecho siempre. Agrégale
que estoy casada y con dos hijos de mi corazón
y tres nietos que adoro. Creo que la clave es
organización y disciplina. Como dice el Eclesiastés
“hay un tiempo para cada cosa”.
Para los artículos me organizo y hago una serie un
n de semana. Para los libros, dedico normalmente
los nes de semana desde los viernes. Me voy
fuera de la ciudad y escribo tranquila.
Y algo que ayuda siempre son las listas de
pendientes: Pendientes de la casa. Pendiente de
las investigaciones. Pendientes familiares. Anoto
todo para que no se me olvide nada. A veces,
tantas responsabilidades me desbordan, pero
hasta ahora he sobrevivido.
9. ¿Cuáles son las estrategias más idóneas
para que los docentes mantengan el interés
por la historia ya que esta generación muestra
cierta resistencia a conocer los hechos del
pasado?
Lo primero que hay que cambiar es el currículum
de las escuelas, ya que han anulado la historia y
la han metido en una cosa que llaman “ciencias
sociales”. Así, tenemos jóvenes que no conocen
ni la historia de nuestro país, siendo la historia,
como decía Don Claudio Sánchez Albornoz, y
aquí lo parafraseo, la madre de todas las ciencias,
porque todo es historia y nada más que historia.
Sobre ese tema hice una serie de artículos y el
Ministro de Educación y sus funcionarios ni caso
le hicieron.
10. ¿Cómo has podido hermanar tu
ascendencia con la cultura dominicana y te
sientes ciudadana de ambos mundos?
Te voy a contar un secreto: hice conciencia de mi
ascendencia cuando murieron mis padres. Ahí
comencé a leer sobre losofía china, especialmente
sobre el taoísmo y luego, por recomendación de
mi recordado Padre Alemán, inicié mis lecturas
sobre Confucio.
Culturalmente soy dominicana. Mi chineidad la he
cultivado por agradecimiento a mi padre, un chino
valiente que dejó sus huellas en Santiago, la patria
chica que tanto amó.
11. ¿A través de cuáles iniciativas has puesto
en alto el papel de la mujer en la historia?
¿Has encontrado resistencia por el hecho de
ser una mujer historiadora?
Dos preguntas importantes.
Deendo el papel de la mujer en la historia, pero no
hago apologías ni transacciones a las mujeres que
por esta condición debo sacarlas del olvido. No,
a ellas como a los hombres hay que analizarlas en
su contexto, sin dejar de ser críticos. Agradezco
a Abigail Mejía porque gracias a ella hoy nosotras
las mujeres somos ciudadanas y podemos ejercer
nuestro pequeño pedazo de soberanía. Pero
no la exculpo por su alianza con el régimen de
Trujillo, convirtiéndose en una pieza más de ese
engranaje diabólico que fue esa dictadura y todas
las dictaduras del mundo.
La segunda pregunta también me la han hecho
mucho. He sido aceptada en el universo cerrado
de los historiadores sin cuestionamientos. Incluso
fui presidenta de la Academia Dominicana de la
Historia por iniciativa de mis propios compañeros.
He asumido mi rol de “mujer peligrosa”, pues
como escribía Stefan Bollmann en sus obras: “Las
mujeres que leen son peligrosas” y “Las mujeres
que escriben también son peligrosas”, soy amante
de la libertad de pensar y de escribir lo que pienso
y siento. Y si esas dos características de mi ser me
convierten en un ser “peligroso” no me importa.
Soy una libre pensadora. A mis 66 años cumplidos
me he ganado el mérito de decir lo que pienso,
aunque me equivoque y tenga que disculparme.
Preero la libertad de pensar, hablar y escribir que
el silencio cómplice que calla por temor.
Gracias por esta entrevista.