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En los distintos niveles educativos es una
realidad comprobada la notable diferencia
que existe entre el rendimiento académico
deseado y el obtenido por los estudiantes.
Sin embargo, resulta evidente que cualquier
solución que se proponga para este
fenómeno multicausal será tan compleja
como su génesis, y su éxito no dependerá
exclusivamente del docente y/o del alumno
e interpelará al proceso educativo para
introducir cambios que, hasta ahora, han
resultado insuficientes para resolver eficaz-
mente este problema (De Castro, Closas y
Cruz, 2019).
La situación cotidiana del rendimiento en las
aulas universitarias es altamente preocu-
pante, debido, entre otras razones, a la
notable distancia que existe entre los cono-
cimientos reales que poseen los estudiantes
y los que resultan necesarios para lograr
que el proceso de enseñanza-aprendizaje
se desarrolle de manera óptima y consiga la
acreditación esperada.
La realidad descrita, en algunas ocasiones,
trasciende a las asignaturas del ciclo de
especialización y tiene consecuencias no
deseadas en el desempeño académico y la
formación profesional de los educandos,
dado que las carreras organizan su plan de
estudios y las materias su contenido, como
es lógico, bajo el supuesto de gradualidad y
correlatividad. Este hecho ha sido observa-
do y constatado por los autores de este
trabajo en virtud de ejercer la actividad
docente en asignaturas del ciclo básico
común, que se imparten en el ámbito donde
se realiza el presente estudio.
Otro problema que presenta hoy en día la
educación es el relacionado con la simulta-
neidad en la ocurrencia de la enseñanza y el
aprendizaje. Es indiscutible que existe un
desarrollo de la vida en tiempo real, pero a
la vez, es innegable que los estudiantes se
desenvuelven y disfrutan de aprender a
través de entornos virtuales de manera
asincrónica.
Esta realidad se convierte en un problema
para una oferta formativa de modalidad
presencial y, específicamente, cuando los
docentes utilizan métodos tradicionales de
enseñanza, dada la distancia entre la
amplitud e intensidad de uso de la tecnolo-
gía que tienen los alumnos en relación con
el escaso uso que, por lo general, hacen de
ella sus profesores.
Zempoalteca, Barragán, González y
Guzmán (2017) presentan en su estudio
varias causas por las cuales los docentes se
resisten a la innovación tecnológica: por la
costumbre a sus metodologías tradicio-
nales, pues nuevos métodos requieren
mayor esfuerzo; porque la evaluación en las
instituciones de educación superior sigue
respondiendo a sistemas tradicionales, y lo
mismo sucede con muchos de los progra-
mas o currículos vigentes.
La importancia, prioridad y esfuerzo que las
instituciones de educación superior depo-
siten en investigar las relaciones entre
enseñanza, aprendizaje, uso de tecnolo-
gías y rendimiento académico partirán del
impacto que estas asociaciones presentan
en el nivel de progreso que tienen los países
(medido a través del índice de desarrollo
humano, IDH); la relevancia otorgada en la
agenda pública nacional e internacional
(evaluaciones estandarizadas de aprendi-
zaje) y la invisibilidad del tema (carencia de
estudios en el área pedagógica).
Además de esos objetivos macros, este
estudio se justifica por la vacancia científica
(el fenómeno del rendimiento en la disciplina
contable es una temática poco explorada
por la investigación académica), y el interés
propio de aportar datos que arrojen luz a la
problemática del bajo rendimiento acadé-
mico por la escasa satisfacción que
provocan las metodologías tradicionales (de
acuerdo con De Castro et al., 2019, diversas
experiencias previas han evidenciado la
atracción de los estudiantes por ofertas
educativas con mayor incidencia tecno-
lógica).
Este estudio está dirigido a evaluar la
eficacia global del proceso educativo
cuando este se caracteriza por el uso de
tecnologías de la información y la comuni-
cación (TIC). Para ello se plantea un
modelo, a partir de algunos aspectos del
ámbito psicoeducativo, que expresa las
relaciones entre las variables involucradas
en la investigación, que es contrastado
empíricamente por medio del método
explicativo del análisis multivariado, deno-
minado ecuaciones estructurales (confor-
mado por las técnicas análisis factorial
confirmatorio y modelos de estructuras de
covarianza).
En líneas generales, el método estadístico
se destaca por su carácter confirmatorio
respecto del modelo que se postula, que
surge del planteo de una hipótesis
teóricamente pertinente en el contexto de
interés, presentando la importante cualidad
de tener la capacidad de generar
constructos que estiman las variables
latentes que se reflejan en las variables
medibles, para posteriormente calcular los
parámetros especificados por las relaciones
propuestas a nivel hipotético. Otro hecho
para señalar es que a las variables
dependientes, sean estas observadas o
latentes, se las mide teniendo en cuenta su
error residual.
Las preguntas que nos hacemos y que
servirán de guía para este estudio son:
¿Cómo impacta la implementación de la
modalidad semipresencial, así como el uso
de herramientas y actividades de la Web 2.0
en el rendimiento de los estudiantes de la
asignatura de Contabilidad Básica? El
hecho de ofrecer nuevas estrategias más
acordes a las necesidades y naturaleza de
los estudiantes, ¿contribuye a su
satisfacción, motivación y, por ende, a su
mejoría en el rendimiento académico? ¿Qué
modelo estadístico es idóneo para
identificar en qué manera y en qué medida
la enseñanza a través de materiales
multimedia se vincula con el desempeño
académico de estudiantes universitarios?
Así pues, el enunciado formal del objetivo
principal de este estudio expresa: proponer
un modelo estadístico, elaborado a través
de estructuras de covarianza, que muestre
la relación entre los factores predic-
tivos enseñanza, materiales y aprendizaje,
mediados por TIC, y el rendimiento aca-
démico de estudiantes universitarios, en el
ámbito de la asignatura Contabilidad Básica
(CB).
Este trabajo se encuentra dividido en varias
secciones. La primera parte responde a la
fase introductoria en la que se realizó una
descripción del problema de investigación; a
continuación, presentamos breves rasgos
de la modalidad semipresencial, también los
factores y variables a considerar; la
segunda parte se relaciona con el estudio
empírico, en cuyo marco se han propor-
cionado los resultados. Finalmente, ofre-
cemos la discusión y las conclusiones que
detallan las fortalezas y debilidades del
modelo estadístico utilizado para medir el
impacto en el rendimiento de la modalidad
semipresencial en cuanto a las caracterís-
ticas de su relación con la enseñanza, los
materiales y el aprendizaje, y la reflexión
que de ello se desprende.
Troncoso, Cuicas y Debel (2010) realizaron
un estudio con el propósito de presentar el
resultado de la implementación del modelo
b-learning en la enseñanza de la asignatura
Matemática I en la carrera de Ingeniería
Civil de la UCLA, Venezuela. Los autores
definen el b-learning como “un modelo
educativo que ofrece de manera sistémica
una combinación o mezcla óptima de
recursos, tecnologías y medios tecnológicos
de aprendizaje virtual y no-virtual, presen-
cial y a distancia, en diversas proporciones,
combinaciones y situaciones, adecuándolas
a las necesidades educativas” (p. 5).
La investigación mencionada presenta las
ventajas del b-learning y hace énfasis en
que pudiera considerarse una modalidad
superior a la presencial y a la completa-
mente en línea (e-learning) por la equilibra-
da combinación que hace de ambas. A
saber, le saca el mayor provecho a las
herramientas y actividades de la Web 2.0
tan valiosas para desarrollar competencias
colaborativas; también ofrece ventajas por
la acción tutorial que ejerce el docente, lo
cual añade cercanía y un aprendizaje en un
ambiente más apropiado; además, su gran
mérito consiste en que supera la barrera de
tiempo y espacio. Sin embargo, esta
modalidad semipresencial también aprove-
cha el beneficio de la presencialidad, pues
no desecha el valioso rol del docente
instructor de los encuentros presenciales
donde los estudiantes fomentan la
capacidad de escucha atenta, pueden
exponer ante una audiencia auténtica,
experimentar en situaciones reales y debatir
ante grandes grupos, en definitiva, donde la
zona de desarrollo se vuelve más próxima
por la interacción humana.
Otras características de la modalidad
semipresencial, según Bartolomé (2008),
Cabero y Llorente (2008), citados por
Troncoso et al. (2010), se refieren al papel
activo de su aprendizaje que asume el
estudiante y al rol del docente como
mediador y dinamizador. Además de que
ofrece un abanico de “tipologías de
comunicación que propician la interacción
de manera sincrónica, asincrónica, tutoría
presencial, comunicación textual, auditiva,
visual y audiovisual”. Este último rasgo es
esencialmente particular para los jóvenes,
los denominados la generación de los
milenios, quienes han crecido con una
necesidad impuesta de estar siempre
conectados, valoran la cercanía a través de
las redes y tienen un fuerte apego a todo lo
tecnológico.
Debido a este apego de los jóvenes a la
tecnología y el uso masivo que hacen de
ella, muchas investigaciones recientes se
enfocan en medir su impacto en el
aprendizaje. García-Martín y Cantón-Mayo
(2019) refieren un estado del arte en este
sentido y presentan las herramientas que
ofrece la Web 2.0 como “nuevos
determinantes del rendimiento académico
ya que inciden en el trabajo del estudiante a
distintos niveles y de diferentes formas”. Las
autoras detallan la multiplicidad de estudios
y en qué se enfoca cada uno. Entre ellos,
nos llama la atención el de Cetinkaya
(2017), así como Noshahr, Talebi y Mojallal
(2014), cuyas investigaciones muestran que
la comunicación directa e individualizada,
provocada por la mensajería instantánea,
incrementa la confianza y la sensación de
intimidad entre los estudiantes y sus
docentes, lo que provoca a su vez un
aumento en el rendimiento académico.
En esta misma línea del rendimiento, Gil
(2012) y Torres-Díaz et al. (2016), citados
por García-Martín y Cantón-Mayo (2019),
han llegado a la conclusión de que en la
educación superior los jóvenes que hacen
un uso equilibrado de las tecnologías para
búsquedas en fuentes adecuadas, no solo
mejoran su rendimiento académico, sino
que alcanzan mayor éxito y desempeño. Es
evidente que la potencialidad de las TIC
para el aprendizaje está estrechamente
relacionada con las posibilidades que
ofrecen para representar, procesar, transmi-
tir y compartir datos. Sin embargo, la
información se convierte en conocimiento y
su acceso da lugar al aprendizaje cuando
actuamos sobre ella, la procesamos, la
organizamos, nos la apropiamos, la
utilizamos y la confrontamos; en suma,
cuando le damos significado y sentido (Coll,
2004, citado por De Castro et al., 2019).
A continuación, presentamos una breve
descripción de los factores y las variables
que tomamos en cuenta para elaborar el
modelo estadístico logrado mediante la
técnica estructuras de covarianza, que
mostrará de qué manera y en qué medida la
enseñanza a través de materiales
multimedia se vincula con el desempeño
académico de estudiantes universitarios.
1.2 La modalidad
semipresencial o el b-learning