10 • VENTANAS ABIERTAS A LA PEDAGOGÍA UNIVERSITARIA
«Desarrollo profesional docente: entre la proliferación conceptual y la escasa incidencia en la práctica de aula», Denise Vaillant y Lourdes Cardozo-
Gaibisso.
Cuaderno de Pedagogía Universitaria
Vol. 13 / no. 26 / julio-diciembre 2016 / República Dominicana / PUCMM / ISSN 1814-4152 (en línea) /
ISSN 1814-4144 (impresa) / p. 5-14
se trata de su implementación. Las investigaciones
mostraron disparidades en términos de duración,
contenido y conceptualización del aprendizaje del
profesorado.
Algunos estudios identican claramente qué
componentes y prácticas hacen que una intervención
de DPD sea exitosa (Desimone, 2009; Garet et al.,
2001). Otros autores (Bolam & McMahon, 2004) llaman
la atención acerca de la falta de un cuerpo coherente
de investigación que permita llegar a conclusiones o
generalizaciones sobre el DPD.
Esa situación, podría explicarse por condiciones
externas. Factores tales como las características
especícas de cada contexto, la ubicación del centro
educativo y la población objetivo, tanto de estudiantes
como de profesores podrían explicar esta variabilidad.
La Participación de los Docentes en el
Desarrollo Profesional
Los modelos tradicionales de DPD lo conceptualizan
como una actividad que tiene como objetivo ampliar
la formación inicial de profesores, y de igual modo
proveerles de nuevos e innovadores conocimientos
profesionales. (McKenzie & Santiago, 2005). Esta
perspectiva, bastante frecuente aún en la literatura,
considera las actividades de DPD como una intervención
externa a las instituciones educativas y que tiene como
objetivo cambiar las prácticas de los docentes.
Producir y sostener cambios en estas prácticas
educativas no sucede simplemente diciendo a los
docentes qué y cómo enseñar. Los profesores deben
tener un rol activo y participativo. Para que esto suceda,
deben adquirir ricos conocimientos del área que
enseñan, así como de pedagogía general y pedagogía
especíca. Y, además, deben desarrollar nuevas
creencias respecto a su práctica, derribando muchas
veces prácticas basadas en creencias intuitivas (Borko
& Puntman, 1995).
La literatura (Buxton et al., 2015; Thibodeau, 2008)
enfatiza y conrma la participación de los docentes
en su DPD como central. Buxton & colegas (2015)
sostienen que los docentes se relacionan con su
desarrollo profesional de dos maneras. Por un lado,
con su participación y asistencia a las actividades de
formación; y por otro con la adaptación y aplicación de
los contenidos y procedimientos aprendidos. En este
sentido, los autores parten del entendimiento de que los
docentes toman decisiones de manera permanente. Los
autores reconocen que el contenido de la intervención
no necesariamente se traducirá o aplicará de una sola
manera, sino que los profesores tomarán decisiones
sobre qué y cómo aplicar lo que aprendieron.
En síntesis, según la literatura, independientemente de
las intervenciones de aprendizaje profesional a las que
asisten, los profesores tienen una autonomía importante
a la hora de aplicar lo aprendido. Sin embargo, son
escasos los ejemplos de intervenciones en DPD los
cuales se registra autonomía y oportunidades de toma
de decisiones por parte de los docentes.
Teorías explícitas de Aprendizaje en el DPD
El aprendizaje puede ser denido como un proceso en
el cual se internalizan elementos externos, que luego
son aplicados por quien aprende (Scott & Evans 2015).
Lo que varía es el proceso entre esa mediación interna
y externa del conocimiento y cómo diversas teorías
(por ejemplo, el conductismo, el constructivismo y la
teoría sociocultural) lo comprenden y lo conceptualizan.
Uno de los objetivos de esta revisión de la literatura
fue buscar referencias explícitas a las teorías del
aprendizaje en los estudios seleccionados.
Un hallazgo clave ha sido la ausencia de referencia a las
teorías de aprendizaje en servicio de los docentes. En
algunos casos, los artículos establecieron paralelismos
entre los programas de formación inicial de docentes y
su formación en servicio, mostrando estos últimos como
una extensión de los primeros. Eso signica que la
literatura sobre DPD aún tiene pendiente la delimitación
y diferenciación de la formación inicial docente y la
formación de docentes en servicio. Una tendencia
consistente de la literatura es presentar modelos de
intervenciones de DPD como cursos que pretenden
actualizar y capacitar a los profesores (Bansilal, Goba,
Webb, James & Khuzwayo, 2012).
Fisher et al. (2006) llevaron adelante una intervención
que mostró que el aprendizaje docente consiste en
transferir el conocimiento de expertos a profesores,
con el objetivo de equipar a estos últimos con un nuevo
conjunto de habilidades de instrucción. Este artículo,
así como otros que también adoptaron un enfoque
tradicional de aprendizaje, parecieran asemejarse a los
modelos de educación bancaria, tan cuestionados en
América Latina (Freire, 2000). Esta conceptualización
simplicada del aprendizaje del profesorado, como
depósito del conocimiento, tiene poco que ver con
la compleja forma en que los docentes adquieren y
desarrollan el conocimiento. Darling-Hammond (1997),
por ejemplo, desarrolló esta complejidad, armando
que primero, los profesores tienen que entender el
contenido que van a enseñar y que necesitan algo más
que entender los conceptos básicos de la instrucción
o los procedimientos de enseñanza. Los profesores,
arma, necesitan aplicar sus conocimientos de manera
exible para resolver los problemas inesperados que
puedan surgir en el contexto de aprendizaje. En sintonía
con estas armaciones, Shulman (1987) también se